El parto se
convertirá en uno de los momentos más importantes y trascendentales en la vida
de una mujer, este hecho debería llevarse con total naturalidad y respeto hacia
la mujer que está pariendo y el bebé que está naciendo, en este sentido habría
que reducir las intervenciones y manipulaciones a las estrictamente necesarias
ya que aumentan el riesgo de que el parto se complique, disminuyen la confianza
de la mujer en su propio cuerpo, dificultan la recuperación post-parto, los
bebés pueden nacer agotados y menos dispuestos a mamar…
Entonces
¿Qué se necesita para que el parto fluya? 3 son las claves:
- Libertad de Movimiento.
-
Verticalidad.
- Tiempo.
Un vez que
el bebé ha nacido no se debería separar de la madre y se debería facilitar la
primera toma a lo largo de la primera hora de vida, ningún procedimiento
rutinario es imprescindible en este primer momento y el bebé seguirá pesando y
midiendo lo mismo si se da tiempo a la nueva pareja madre-bebé para que se
reencuentren después de 9 meses esperando, están programados para eso, se
miraran, se encontraran y el bebé encontrará en el cuerpo de su madre todo lo
que necesita para sobrevivir: calor, protección y alimento.
Dentro de la
primera hora de vida todo bebé que ha nacido sin manipulaciones suele ser capaz
de mamar por sí mismo mediante un agarre espontáneo, su naturaleza mamífera le
llevará a buscar el pezón de su madre, engancharse y satisfacer su fuerte
reflejo de succión.
¿Por qué
intervenir en algo que la naturaleza ha dispuesto de una forma tan perfecta?
Pensemos que esta forma de nacer nos ha permitido sobrevivir durante millones y
millones de años ¿Por qué cambiarla?